Año Nuevo, nuevas oportunidades. El cambio de folio tras un 2021 que en general no nos trató muy bien como país, abre siempre las esperanzas de que las energías renovadas nos permitirán enfrentar mejor parados el siguiente tramo del camino.
De ahí que mis primeras líneas sean para compartir, apenas iniciado este Año Nuevo, un mensaje de optimismo y de esperanza:
A quienes la pasaron mal este año que terminó. A quienes sufrieron el fallecimiento de un ser querido. Un mensaje de aliento a miles de emprendedores que resistieron las consecuencias económicas del Covid, y más todavía para quienes perdieron todo en este trance.
Y también un sincero agradecimiento a todos los que contribuyeron al pie del cañón, en todos los sectores, para hacer que Chile siga funcionando pese a todo.
Los impactos que ha venido acarreando en lo económico, en lo laboral y en lo social la pandemia –y los que aún faltan por hacerse sentir-, debieran ser una prioridad para lo que resta del actual gobierno y del siguiente.
Y hay factores que pudieran complejizar aún más el escenario: internos tales como la incertidumbre política, el proceso constituyente -que bien sabemos no ha sido todo lo rápido y expedito que se esperaba-. Y externos como el comportamiento internacional de los mercados y la evolución del Coronavirus y sus nuevas cepas.
Por eso al iniciar el año, es más gravitante que nunca comprometer desde lo público los mayores esfuerzos para trabajar con miras a la recuperación de los chilenos; deponer los objetivos dogmáticos para avanzar en lo práctico y lo necesario; en pensar primero en las personas y las familias; en reducir la burocracia para pasar a la acción; en concretar tanto proyecto de inversión que duerme el sueño de los justos en obras de papel. En devolver seguridad y paz social a todo el territorio afectado por la violencia, la delincuencia y el narcoterrorismo.
Sabemos que el 2022 podría estar fuertemente golpeado por la inflación, que implica la pérdida progresiva del valor del dinero y por ende el encarecimiento de la vida. Aquí hay una tarea apremiante para frenar esta espiral, reducir la fuga de capitales y devolver la estabilidad al empleo y la inversión. Estaremos atentos a que la conducción del país vaya en el sentido correcto.
Bernardo Berger Fett
Diputado de la República