Todo hemos sido testigos a través de la televisión y las redes sociales de una escalada de violencia, sin precedentes antes en Chile, que ha venido haciendo de los espacios públicos , y no tan públicos pero de alta circulación como los malls y los grandes centros comerciales, los protagonistas de actos delictivos de bandas altamente organizadas.
Son grupos de delincuentes que en general no trepidan en hacer uso y abuso de la fuerza bruta para conseguir su cometido, respaldados, la mayor de las veces, por abundante armamento, pistolas, revólveres, escopetas, incluso artefactos explosivos, con tal de llevarse el botín, sin escatimar si en el proceso de pierden vidas inocentes.
Sin ir más lejos, el pasado 26 de marzo en Las Condes, fue el último de estos, cada vez más frecuentes, despliegues delictivos. En la ocasión, una docena de sujetos protagonizaron un violento robo que terminó con una intensa balacera al interior del mall, con armas que no tuvieron ninguna dificultad en ingresar a ese recinto que, a esa hora, se encontraba atestado de gente.
La peligrosidad, la violencia y el impacto del armamento usado por los delincuentes para cometer robos en tiendas y malls, ha cobrado ya varias víctimas. Eso obliga a reforzar la labor de vigilancia privada y la prevención policial, pero también invita a echar mano a todo recurso tecnológico disponible para garantizar la seguridad de quienes concurren a este tipo de establecimientos y de quienes trabajan en ellos.
Con ello a la vista, quien suscribe junto a mi colega Camila Flores, presentamos un proyecto de ley que precisamente instruye a los establecimientos cerrados cuya área de atención a público tenga una carga superior a 500 personas, a contar con dispositivos tecnológicos tales como detectores de metales, que permitan controlar el ingreso de armas y elementos que pongan en peligro la vida y la integridad física de los usuarios y dependientes.
En definitiva, se trata de extremar todas las medidas que tengamos a la mano para evitar estos escenarios de alta peligrosidad en lugares donde los ciudadanos hacen vida cotidiana; y en tal sentido, la obligación de contar con detectores de metales en los accesos principales para evitar el ingreso de armas y explosivos, es una medida que podría ayudar a prevenir la peligrosidad de los ataques.
Bernardo Berger Fett
Diputado de la República