Presidente, largo tiempo ha transcurrido desde que se ingresó este Proyecto de ley en abril de 2017, luego de la profunda crisis que sufrió la institucionalidad existente en materia de niñez y adolescencia y que nos hizo lamentar numerosas muertes de nuestros niños más desvalidos.
Considerando la larga data que ha tenido su tramitaciòn, considero que su aprobación es urgentísima con el fin de que podamos adoptar todas las medidas administrativas y legislativas para dar efectividad a los derechos de la niñez y adolescencia que hemos asumido voluntariamente al ratificar la Convención sobre los Derechos del Niño.
Destaco en este Proyecto el nuevo enfoque de reinserción social del adolescente junto a su familia en todo el proceso, la inclusión del núcleo parental es una innovación que va en el sentido correcto, y es un punto en el que he hecho mucho hincapié en reiteradas ocasiones, ya que siendo la familia el núcleo central de la sociedad, es precisamente ahí en donde debemos poner el foco; asunto que la institucionalidad del Sename no consideró y que estoy seguro fue el punto clave de su fracaso, además de muchas otras falencias que debieron haber sido pesquisadas en su minuto.
Valoro además la incorporación de mayor especialidad en los actores que participan en todo el proceso de un joven que ha cometido un delito, lo cual permitirá una intervención conforme a la edad del adolescente desde los 14 años y hasta un día antes de cumplir los 18.
Asimismo, me parece que las disposiciones referidas a las reglas para la determinación de penas alternativas que podrán imponerse a los adolescentes y las reglas por las que se regirán, van en la línea de lo que como país debemos lograr frente a las infracciones de ley que cometan nuestros jóvenes, con miras a que cumplan efectivamente una sanción, pero que dicha sanción sea impuesta con el fin de reformarlo y reinsertarlo, en lugar de recluirlo en un lugar en donde finalmente terminará destruyéndose como ser humano.
En fin Presidente, creo que esta Iniciativa responde efectivamente a la crisis institucional que afecta al Servicio Nacional de Menores, tanto en su aspecto estructural como en las acciones destinadas a abordar realidades tan distintas como las que presentan los menores infractores de ley y los niños en situación de vulnerabilidad.
He dicho.