Lograr que el Estado de Chile dé cobertura a los dispositivos digitales para el control de la glicemia en los niños que padecen Diabetes 1 o Melitus, es el objetivo que compartí con las gestoras y voceras de la campaña nacional “Sensor de Glucosa para todos”.
Existe una realidad, invisibilizada por la pandemia, pero innegable. La diabetes infantil juvenil ha tenido un aumento explosivo en el mundo, la sitúa entre las dos patologías de mayor prevalencia en este grupo etáreo. En Chile la cosa no es distinta y en menos de tres años pasó de 9 mil a 23 mil casos. Es una condición irreversible, de por vida, y su tratamiento, caro. Está incluida en las Garantías Universales de Salud, pero no cubre todo.
A fines de 2019, la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa mía que buscaba dar una solución precisamente a la falta de cobertura de los sensores de glicemia digitales, incorporándolos a la canasta de prestaciones GES. Fue aprobada pero debía ser evaluada por el Ministerio de Salud. Entretanto sobrevino la pandemia por Covid-19, y la cosa es que a la fecha esta decisión de efectivamente sumarlo a las prestaciones, no ha ocurrido.
Hemos conversado este tema con las representantes de esta agrupación, que están en la misma línea que nosotros, y hemos acordado acciones conjuntas para sensibilizar a la autoridad sobre la real urgencia de dar acceso a este dispositivo que ni Fonasa ni las isapres cubren.
Los sensores digitales permiten, mediante un monitoreo continuo, conocer la variación de la glicemia en todo momento, lo que es sumamente relevante para un adecuado control de esta enfermedad crónica, evitar las hipoglicemias y, con ello, la muerte.
Tecnologías de este tipo son aún más relevantes en realidades como las regiones donde no abundan los especialistas. Así, un sistema de monitoreo electrónico podría permitir a los pacientes contar con datos precisos, almacenarlos, compartirlos en línea para que sean más accesibles a los médicos.
Pero la gran piedra de tope es que la mayoría de las personas no tienen los recursos para financiar 150 mil pesos al mes o más que es lo que cuestan estos sensores; de ahí la importancia de incorporarlos a las prestaciones GES antes que la Diabetes en Chile ponga en jaque la salud de la infancia.
Bernardo Berger Fett
Diputado