BERNARDO BERGER

MODERNIZACIÓN MUNICIPAL Y LEY DE PLANTAS

Las municipalidades son el servicio público de mayor cercanía con la comunidad. Son la primera puerta a la que recurren los vecinos cuando deben resolver un problema, la satisfacción de una necesidad, el inicio de un emprendimiento u orientación sobre sus derechos y deberes.

Una sociedad cada vez más exigente y demandante, la aparición de nuevas tareas y desafíos, los procesos de modernización y de cambio social, han ido significando para los municipios allegar nuevas funciones a las definidas originalmente, y se han venido dotando de un rol protagónico en la vida de las personas y las ciudades.

Pero en ese camino, la legislación se quedó corta. Las administraciones comunales debieron hacer magia para constituir equipos humanos y profesionales que pudieran responder a esos nuevos desafíos locales, sin descuidar las tareas de base.

La Ley de Plantas Municipales con la que se configuran las funciones, los regímenes y cuotas de contratación de personal, era la misma desde los noventa, limitó drásticamente la capacidad de adaptación, y generó desigualdades en el trato a los trabajadores entre aquellos de carrera o “funcionarios”, los que se incorporaron bajo régimen de “contrata” y los “honorarios”.

El 2016 aprobamos la nueva Ley de Plantas, también conocida como de Fortalecimiento de la Gestión Municipal, que faculta a los alcaldes con acuerdo de sus concejos, a fijar o modificar sus plantas cada ocho años, dando la oportunidad de reordenar las estructuras institucionales de acuerdo a las verdaderas realidades de cada comuna.

Sin embargo, el estallido social primero, y la pandemia luego, trajeron graves dificultades presupuestarias y administrativas para implementar la ley, y los procesos de modernización están estancados en más de un centenar de corporaciones. Por eso en un nuevo proyecto que estamos abordando en la comisión de Gobierno Interior de la Cámara Baja, estamos propiciando que los municipios tengan más tiempo para regularizar la situación de sus plantas funcionarias pendientes.

Otorgar un mayor plazo tiene sentido para avanzar bien y seriamente en la descentralización y modernización municipal; mejorar las condiciones laborales y la dignidad de los funcionarios municipales; y robustecer la prestación de servicios a la comunidad que, como ya sabemos de sobra, ha estado exigiendo mayor eficiencia y menos burocracia durante los últimos años.

Bernardo Berger Fett
Diputado

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