
El mercado turístico en Chile hasta antes del estallido social y de la pandemia era el más sostenible del país. Pero tras ambos episodios, se han perdido 40 mil empleos y la cosa no mejora, sumergiendo a esta industria en una profunda crisis.
Ese panorama me motivó a hacer un llamado al Ejecutivo para que, junto al Congreso y los gremios, establezcamos mecanismos urgentes de apoyo al rubro en medio de la crisis sanitaria por Covid-19.
La industria del turismo en Chile está atravesando la peor crisis de la historia. El impacto que ha sufrido a partir del estallido social del 18 de octubre pasado, ha tomado dimensiones inimaginables con la actual pandemia y se ha vuelto crítica para quienes dependen de ella.
A esta fecha se han destruido más de 40 mil empleos y se han producido pérdidas significativas para el sector, con una caída de un 56,4% en relación al año 2019, según las cifras entregadas por Fedetur. Esto no es menor en un mercado donde el turismo representa el 11,2% del Producto Interno Bruto, con 97 mil empresas de todo tamaño que, si no han quebrado, están seriamente tambaleando.
Es urgente aplicar cuanto antes un paquete de medidas específicas para el sector durante el desconfinamiento con apoyo público, pues la crisis es tan profunda que sin la ayuda del Estado será muy difícil que puedan volver a levantarse.
Es esencial mecanismos que faciliten el otorgamiento de apoyo financiero con una mirada de largo plazo, ya que se estima que el turismo receptivo se demorará 32 meses en recuperarse, es decir, recién el segundo semestre del 2022 podremos observar cifras similares a las de antes de octubre de 2019, siempre y cuando podamos volver a la normalidad social y sanitaria.
Entre las medidas a mi juicio necesarias, destaco la posibilidad de otorgar créditos blandos para las pequeñas y medianas empresas con 100% de garantía estatal; subsidios de apoyo al turismo y la gastronomía; flexibilizar regionalmente las restricciones de Plan Paso a Paso atendiendo a las diferentes realidades del país; abrirse a condonaciones tributaras; y aumentar de 6 a 12 meses el plazo para comenzar a pagar el Crédito Fogape otorgado a las empresas de turismo, así como también aumentar el plazo de pago de 48 a 96 meses.
Bernardo Berger Fett
Diputado