Presidente, si bien la precariedad institucional al interior de este organismo de la Compin viene de años, la actual pandemia ha dejado más que al descubierto la necesidad de mejorar los procesos, sancionar el personal médico que emita licencia falsas y optimizar la capacidad funcionaria al interior del organismo.
Sabemos que se trata de un problema muy complejo que, ni este, ni los gobiernos anteriores han sido capaces de resolver. Lo cierto es que hoy en día se cuenta con la tecnología necesaria para fortalecer este organismo que ciertamente sigue funcionando bajo parámetros arcaicos, que no pasan necesariamente por aumentar la dotación de personal como se ha planteado por algunos colegas en la comisión de salud, sino que pasa por optimizar los procedimientos, utilizar tecnología de punta y adoptar un marco regulatorio eficiente que sancione a quienes emitan licencias falsas vulnerando y malgastando los recursos en salud de todos los chilenos.
Por otro lado, es importante examinar la labor desarrollada por la Superintendencia de Salud respecto del rechazo de licencias médicas por parte de las Instituciones de Salud Previsional (Isapres), las que llegan en apelación a las Compin y que representan un desgaste innecesario de recursos al interior de este organismo, que màs bien debe avocarse a su tarea de pagar en forma ágil y expedita las licencias bien extendidas.
En fin, espero Presidente que más allá del resultado de la presente investigación, podamos propender a modernizar este organismo en la forma correcta, que como ya dije anteriormente, no pasa por seguir abultando el personal de la misma, sino que pasa por una mayor fiscalización por parte de la Superintendencia, pasa por el empleo de tecnología de punta y pasa también por la ética del personal mèdico al momento de extender una licencia utilizando los parámetros de necesidad real conforme a un diagnóstico bien fundamentado.
He dicho Presidente