BOLETÍN N° 13.412-12
Presidente, paradojalmente esta pandemia, que ha trastornado la vida de todos los chilenos y de la población mundial, y que nos ha hecho recluirnos en nuestros hogares bajando la actividad diaria a la que estabamos acostumbrados, no sólo a nivel de las personas, sino también a nivel de la actividad industrial, nos ha dejado más que claro que la contaminaciòn que provoca la rutina humana e industrial a nivel paìs y mundial ha sido el principal motivo del cambio climàtico.
Hemos visto como en las ùltimas semanas hemos recuperado los niveles pluviomètricos que habiamos perdido durante ya casi 10 años.
Por otro lado, sabemos que la contaminación del aire afecta la salud de personas y animales, daña la vegetación y el suelo, deteriora materiales, reduce la visibilidad y tiene el potencial para contribuir significativamente al cambio climático, como ya he dicho.
Cerca de la mitad de la población mundial utiliza combustibles sólidos para suplir sus necesidades de energía y calefacción, encontrándose la gran mayoría en países en vías de desarrollo y en especial, en zonas rurales. Producto de ello, se ha llevado a cabo una serie de estudios a nivel internacional que dan cuenta de los graves efectos en la salud que produce la exposición al humo de leña.
Según da cuenta el Cuarto Reporte del Medio Ambiente, elaborado por el Ministerio Ambiente en 2018, indica que en Chile se reconocen tres grandes fuentes de contaminación del aire: los medios de transporte, las actividades industriales y, precisamente la calefacción al interior de las viviendas.
Por lo tanto Presidente, me parece que este Proyecto de Ley que restringe el uso de los dispositivos de calefacción domiciliaria a leña, en bienes raíces de más alto avalúo fiscal de las comunas declaradas zonas saturadas o latentes, podrá contribuir a disminuir el nivel de contaminación a nivel país y llevar a quienes no pertenezcan a un sector vulnerable de la población a migrar hacia sistemas de calefacción más limpios.
Por otro lado, quiero aprovechar la presente instancia para recordar que, hoy más que nunca, estando conscientes de la ostensible reducción de los efectos del “Mal llamado Cambio climático”, que como hemos podido constatar no es más que producto de la ilimitada contaminación a la que hemos llevado al planeta, es tiempo de que legislemos seriamente respecto de las otras 2 principales fuentes de contaminación como lo son el transporte y las actividades industriales, para evitar que volvamos a sufrir los estragos de este Cambio Climático que no es más que una consecuencia de nuestra desidia en regular a conciencia las principales fuentes de contaminación.
Apruebo la moción en todas sus partes. He dicho.