El acuerdo económico al que se llegó con la oposición, con el fin de que las familias chilenas puedan enfrentar los próximos meses de pandemia por Covid-19, es un hito importante en medio de esta crisis sanitaria y social que nos envuelve.
Marca un hito por el amplio gasto social comprometido y por la ayuda que prestará a miles de familias afectadas por esta pandemia. En tal sentido, agradezco a la parte de la oposición que se sumó a este acuerdo, pero lamento que otra porción, la izquierda más extrema, se restara de esta instancia.
Como dije hace unas semanas: nadie está obligado a sentarse a la mesa de este acuerdo nacional, pero hay un deber ético de contribuir a las soluciones. No pierdo la esperanza que prime la razón y que, llegado el momento de votar, apoyen las iniciativas contenidas en el pacto.
El acuerdo contempla en primera instancia un marco fiscal de 12 mil millones de dólares para los próximos 24 meses, así como la creación de un fondo especial que financiará el gasto adicional para protección social, inversión pública y la reactivación. Hay otros puntos igual de destacables, como el incremento del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) con un aporte de 100 mil pesos por persona, lo que significará un ingreso de 400 mil pesos para una familia de cuatro personas para los próximos tres meses de modo parejo. Lo anterior será compatible con los otros ingresos como pensiones o seguro de cesantía, de tal manera permitirá complementar y establecer un piso mínimo para las familias durante la emergencia.
Asimismo, contempla un fondo especial para los municipios por 120 millones de dólares, mientras que en lo laboral, en la etapa post pandemia, se acordó un reingreso de los trabajadores a sus labores adecuando jornadas laborales y funciones bajo estrictos controles sanitarios, a fin de evitar nuevos contagios.
Para lo que quede de este año y el 2021 acordamos un potente plan de inversión pública con énfasis en las regiones, con foco en infraestructura hídrica, vivienda y logística. Lo anterior, de la mano de una modificación del FOGAPE rebajando el actual deducible y aumentando la garantía, lo que permitirá hacer crecer el volumen de créditos para capital de trabajo en las pequeñas empresas.
Bernardo Berger Fett
Diputado