En el Congreso se resolvió uno de los temas que más preocupan por estos días: el mecanismo hacia la redacción de una nueva Constitución Política para Chile. Y será con consulta a la ciudadanía a través de un plebiscito, el próximo 26 de abril.
Una de las piedras de tope se presentó después del acuerdo firmado el 15 de noviembre, en el cual se solicitaron escaños exclusivos para mujeres y pueblos originarios. Fue resuelto gracias a los acuerdos tomados y las conversaciones con los otros parlamentarios, a partir del rol protagónico que jugó Renovación Nacional para allanar el camino.
A pesar de que se han promulgado leyes que permiten, y más aún, promueven la participación en las cuestiones públicas –por ejemplo la ley 20.500-, éstas en general no son vinculantes a la hora de resolver. Y lo esperable cuando la democracia está sana, es que se tengan reales mecanismos tanto para acceder a información, como para incidir en la toma de decisiones.
Por eso este proyecto de reforma que aborda la forma de modificar, eventualmente, la actual carta fundamental de Chile, además de llevar a nuestro país a una nueva etapa, también permitirá establecer por primera vez desde el regreso de la democracia el plebiscito para saber si se cambia o no se cambia la Constitución. Es una fórmula que bien podría replicarse en otras materias de alto interés y afectación nacional, y respecto de aquellos derechos y garantías contempladas en ´la misma norma superior.
Lo anterior toma relevancia cuando mayoritariamente la sociedad chilena valora los beneficios de un sistema democrático, las libertades que trae aparejadas y los principios de igualdad, y quiere mantenerse en un escenario de cambios siempre que éstos sean en el marco de un estado de derecho.
Al cierre, y más allá de este tema que sin duda seguirá llenando páginas de diarios, redes sociales, foros y debates en los próximos meses, quiero despedirme de este año compartiendo los buenos deseos de armonía, paz y unidad que provocan siempre estas fiestas navideñas y de fin de año, y hacerlo en especial con todas las familias de mi región de Los Ríos, y particularmente con aquellas que se han visto más golpeadas por la violencia del estallido social que afecta desde octubre a gran parte de Chile.
Bernardo Berger Fett
Diputado de la República