La propuesta fue aprobada por la Cámara con 122 votos a favor y 20 abstenciones. Ahora estás en manos del Ejecutivo para evaluación y patrocinio.
«No es novedad que en el país los niveles de lectura y comprensión son bajísimos. Hay estudios que revelan que el 54% de los chilenos nunca ha leído un libro por cuenta propia». Así, el diputado de Renovación Nacional Bernardo Berger partió explicando en su oratoria ante el Congreso la importancia de fomentar el acceso al libro.
El resultado al final, fue contundente: 122 votos a favor, que permitieron aprobar en el parlamento un proyecto de la autoría del diputado valdiviano en que pide al Ejecutivo iniciar los estudios para lograr la exención del IVA al libro o, en su defecto, tasas impositivas diferenciadas. todo ello, tomando en cuenta lo perjudicial de no leer.
Y es que para Berger, una sociedad que no lee «difícilmente entenderá su entorno; está desprovista de la riqueza del pensamiento crítico, lógico y creativo, de la opinión fundamentada, del conocimiento en su total expresión».
«Sin lectura perdemos la profundidad de las ideas y la capacidad de entendernos. El filósofo español Emilio Lledó (1927) sostenía en una entrevista que ‘la lectura nos acompaña durante toda la vida y hay que fomentarla desde el primer momento. La muerte de una sociedad es la muerte de la lectura. Una sociedad que no lee, muere”, asevera el legislador y ex alcalde .
Ahora, tampoco es secreto que uno de los factores por los cuales la población no está leyendo es por la dificultad de acceder a los textos; y «es que los precios son altos en relación a los ingresos de las personas. En chileno: los libros son harto caros. Y de ello, una buena parte del precio alto lo constituyen los impuestos».
Uno de los temas de debate que no han permitido avanzar hasta ahora en la disminución del precio de los textos, son los gravámenes. A ese respecto, Berger sostuvo que «algunos me ha contra-argumentado que los países desarrollados tienen impuestos en los libros y la gente lee igual. Y sí, es cierto, pero a medias, porque son tributos diferenciados».
Chile es uno de los pocos países que no tiene exención o rebaja impositiva al libro. «Más todavía -sostiene el parlamentario de Los Ríos-: tenemos uno de los gravámenes más altos del mundo. A modo de comparación, Bélgica tiene un IVA general del 22%, pero sólo 6% para los libros; en España el tributo general es del 15% y el de los libros de 3%. Otros derechamente no aplican, como Gran Bretaña, Corea, Rusia e Irlanda».
el camino para Bernardo Berger es claro: «que seamos uno de los países con los libros más caros, y a la vez pretendamos el desarrollo nacional sin leer ni entender, es una paradoja. En esta materia, para partir en serio, el Estado necesita coherencia, y la población, libros más baratos».