Las enfermedades de invierno causan serios trastornos en la salud de la población, tanto el Virus Respiratorio Sincicial como la Influenza AH1N1, ambos de mayor prevalencia este año. Pero son problemas que no tienen su raíz tanto por falta de preparación o medidas de contingencia desde el sistema público, sino más por el empecinamiento de no vacunarse.
Estamos ante una realidad peligrosa. Hay rebrote de enfermedades erradicadas hace décadas en nuestro país. Hay mayor fragilidad ante casos importados. Y todo a partir de una moda de oponerse a las vacunas que no tiene asidero científico alguno. No vacunarse es hoy por hoy una acción no sólo peligrosa para uno mismo, sino irresponsable y hasta criminal cuando puede ocasionar la muerte de otros.
De este escenario, la arista más delicada es la que dice relación con el cumplimiento efectivo de la obligatoriedad de vacunación en los niños. Las acciones y las decisiones en salud que los afectan están sujetas a la diligencia y criterio de los adultos que los tienen a su cuidado.
Si 70 mil padres se oponen a que sus hijos se vacunen –cifra que, se estima, es lo que falta-, significa 70 mil vectores o focos de contagio y por ende de riesgo de muerte dando vuelta en Chile en este preciso momento.
Tanto los padres como el Estado debemos agotar todos los medios para garantizar que las acciones de protección contra enfermedades, una de las cuales, la más certera y preventiva, es la vacunación, se cumpla.
De ahí que me parece aplaudible que el Gobierno diera urgencia al proyecto de ley presentado por nuestra tienda política, Renovación Nacional, y que busca precisamente asegurar el cumplimiento de la vacunación obligatoria en los menores de edad.
La iniciativa modifica el Código Sanitario para garantizar que se cumpla la vacunación de bebés, niños y adolescentes, y establece una serie de medidas tales como tener las vacunas al día a la hora de la matrícula escolar.
De acuerdo a lo informado por el Ministerio de Salud, en lo que va corrido del año se ha registrado una treintena de muertes por Influenza. Por su parte, la campaña de vacunación ha llegado sólo al 87,92% de la población objetivo, lo que es una cifra levemente superior al año pasado, pero aún insuficiente para cantar victoria con un país que quiere estar protegido sanitariamente.
Bernardo Berger Fett
Diputado de la República